Ayer la Alcaldesa comprobaba el estado del cementerio, que es un hervidero estos días de personas que practican el respeto a los que se nos fueron. Hoy luce un poco más agradable con las flores instaladas en la plaza central.
Rotondas que también hoy mismo se benefician de trabajos de mejoras.
El peligro que dejó la tormenta Bernard en los parques es el centro de nuestra preocupación: se han retirado ramas que podían causar graves daños.
Exigimos a la Administración, y se está respondiendo. Pero, ¿y la parte que corresponde a cada uno de nosotros? Plazas en las que se producen importantes concentraciones, en las que hay individuos que parecen no conocer la utilidad de papeleras y contenedores. Padres y madres que saben que el Parque de Los Romeros de La Puebla está cerrado, y rompen cintas, abren vallas o saltan a sus hijos por las barandas de cerramiento.
Todos deberíamos concienciarnos y respetar las normas, porque así minimizamos riesgos y nos beneficiaremos colectivamente.
